lunes, 27 de abril de 2015

HACER LA COMPRA EN IRLANDA

Hace unos días recibí un chiste en mi Whatsapp. Decía que una de las formas de saber  que estás envejeciendo es que cuando ves un día soleado, lo primero que piensas es en hacer la colada. No sé si se puede equiparar, pero supongo que estoy envejeciendo, porque dos de las cosas que más echo de menos de España son mi pescadero y el Mercadona (la familia y los amigos no entran en este particular ránking de las morriñas).

No voy a caer en  el tópico de que como en España no se come en ningún lado. Para gustos... Pero sí es verdad que, acostumbrada a ciertos productos, resulta raro no encontrarlos con facilidad. Así que aquí van unos cuantos consejos para que no traigáis exceso de equipaje llenando las maletas con botellas de aceite de oliva. O para que no perdáis tiempo buscando fideos para una buena sopa en las tiendas. Por supuesto que encontraréis muchísimas cosas: las marcas internacionales están en todas partes. Pero hay otras que tienen truco.

Supongo que, como siempre, en Dublín será más fácil encontrar lo que buscáis. Aquí, en el “Sunny South East”...  la cosa tiene miga, y nunca mejor dicho. La prueba de fuego es el pan rallado. ¡Está en la sección de refrigerados! Se hace con pan fresco, bread crumbs, lo llaman aquí. Literalmente, migas de pan.

El surtido de legumbres secas es escaso, además de ser bastante caras. Donde he encontrado más variedad es en las tiendas regentadas por indios. 



Ahí también podéis encontrar pipas de girasol con cáscara y encurtidos, aunque las aceitunas rellenas de anchoa sólo las he encontrado en el Tesco.  Los fideos fueron otra prueba. Pocas cosas apetecen más en el frío invierno irlandés que una buena sopa... pero aquí no hay fideos tal y cómo los conocemos en España. La solución está en las tiendas polacas, con la pasta de marca Lubella. A veces también se puede encontrar en la sección de comida internacional de Tesco.



En algunas tiendas, los ajos están en la sección de plantas aromáticas. En cuanto al jamón serrano, ese objeto de deseo de todo español inmigrante carnívoro, puedo deciros que lo más parecido está en Lidl. Eso sí, no esperéis ibéricos de bellota.  Aquí también es donde hemos encontrado las mejores naranjas y mandarinas durante todo el invierno.

En contra de lo que digan, hay aceite de oliva virgen extra. Para mí, la mejor opción calidad-precio es la del Tesco. En las tiendas Iceland tienen el más barato, aunque personalmente no me gusta demasiado. El pescado es la asignatura pendiente de la dieta irlandesa. Escaso, poco apetecible y sin variedad. El mejor, el de las pequeñas pescaderías del pueblo y el del Supervalue. Pero no esperéis grandes cosas. En el Iceland puedes encontrar calamares a la romana congelados bastante aceptables y la típica bolsa de preparado para paella con mejillones, calamares y gambas. Os recomiendo estos porque es pescado capturado en el océano, no criado en piscifactorías de Asia como sucede con la mayoría del que he encontrado por aquí.


Y si finalmente tenéis un antojo irrefrenable que no podéis satisfacer, siempre queda la opción de comprar la comida on-line  http://www.sabeamitierra.com/. Desde Cola Cao a Fabada Litoral en la puerta de tu casa. He de confesar que todavía no he recurrido a ella, pero mi vecino español sí y me asegura que funciona muy bien. 

Escrito por María Pazo: la gallega celta