sábado, 20 de abril de 2013

¿Cómo empezó todo?

Cuando tenía 10 añitos, es decir en 6º de egb, mis padres decidieron que la mejor forma de aprender inglés era enviándome un curso escolar completo a convivir con una familia irlandesa: Los Murphy, que vivían en Dublin en el barrio de Ballinteer, para más señas en 47 Ludford, Rd. Dublin 16 y acudir al cole público del barrio: St. Attractta's Senior School. 

Guardo buenos recuerdos de mi año allí, aunque también anécdotas curiosas, como que Mrs. Murphy me lavaba la cabeza en la pila de la cocina, o que no había alcachofa en la ducha o que me salieron sabañones en los dedos o que lloraba todas las semanas cuando mis padres me llamaban por teléfono... Pero a pesar de eso, insisto, guardo buenos recuerdos: mi amiga Fiona con la que he seguido en contacto, lo mucho que me quisieron los Murphy, mi mezcla de acento irlandés y americano, cuanto pude apreciar lo bien que vivía en Madrid y que hay otros mundos aparte del mío. 

¿Por qué cuento todo esto? Por qué uno de mis sueños era que mis hijos repitieran mi experiencia, para que pudieran sentir, experimentar y disfrutar lo mismo que su madre y ya de paso que aprendieran inglés. 

Hace 3 años empecé a preguntar a mi amiga Fiona la posibilidad de que una familia o dos acogiera a mis hijos mellizos, pero las opciones siempre eran recurrir a agencias que cobraban un pastón; la idea de que una sola familia acogiera a estos 2 monstruos era complicada además de carísima.

Y de repente surgió la solución: mi querida amiga MJ se pidió un año sabático y se fue a Dublin con sus 2 hijos (gemelos!) a que hicieran 6º de primaria allí. ¡Se abrió el cielo ante mi! Me abría el camino, así que me puse a seguir sus pasos y a recopilar toda la información de utilidad para emprender esta aventura. ¡Ahora os la cuento!


 

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